La obra “Lisonja Divina” fue presentada el 28 de junio en la Parroquia Iglesia Episcopal Anglicana de San Juan Evangelista de San Salvador. En esta entrevista, la autora cuenta sobre el surgimiento de esta obra y la importancia de visibilizar estos temas a través del teatro.
Por Reiny Ponce
Fotografías cortesía
Ana Rivera (Axul) es la autora de la obra “Lisonja Divina” que fue presentada en el marco del Día del Orgullo y que aborda las violencias de líderes religiosos hacia la comunidad LGBTIQ+. En esta entrevista Azul cuenta sobre el surgimiento de esta obra y la importancia de visibilizar estos temas a través del teatro.
¿Qué te inspira a crear la obra?
Una experiencia que me marcó en el tiempo que estuve dentro de la fe mormona, por eso he querido contar cómo desde los liderazgos religiosos, generalmente representados por hombres, violentan nuestros derechos a las personas de las disidencias LGBTIQ+ y se nos llena de culpa para que reprimamos nuestro verdadero ser, y la hipocresía que hay en estos líderes.
¿Cuál es el mensaje que se quiere dar?
Que la religión, además de estar fundamentada en el patriarcado, está llena de hipocresía partiendo desde sus liderazgos, que en su mayoría están representados por hombres que quieren controlar el cuerpo de las mujeres y reprimir desde la culpa a cualquiera que se salga de la norma heteropatriarcal.
¿Cuáles son los aportes que tiene para la sociedad?
El teatro nos permite vivir, en el aquí y ahora, experiencias que ya pasaron, creando espacios de diálogo y de discusión para denunciar y sensibilizar. Es lo que se pretende con esta obra, que se abra un espacio para poder denunciar las violencias que se ejercen en nombre de dios, un dios castigador, misógino y heterosexual. Y de paso acuerparnos, porque muchas, muchos y muches nos hemos sumergido en las religiones por pertenecer a algo, entre otras cosas que pasan por nuestros cuerpos.
¿Por qué es importante visibilizar estos temas a través del teatro?
Porque hay un temor grande al hablar de todo el abuso que sucede en las iglesias, miedo a caer en blasfemia por que es pecado, miedo a no lograr una falsa salvación. Pero desde el juego, desde las imágenes, desde los sentimientos se puede, y como no es público si no el cuerpo de la actriz o el actor, no hay implicación y esto genera libertad, tanto para el elenco como las personas que ven la obra, cosa que no pasaría dentro de un servicio religioso de cualquier iglesia. Así que por eso es importante hacer teatro comunitario, teatro del oprimido, que cuestione, que incomode y que nos haga movernos de la zona cero para tomar acción, individual y colectiva.
¿Quién es el elenco que participa en la obra?
El elenco de la obra está conformado por: Diana Bonilla, quien es la directora, también es actriz, docente de teatro y literatura; Ana Rivera, autora y artista feminista y lesbiana; jorge Blanco, cantautor, intérprete y actor de teatro; Magdis, artista urbana, malabarista y batuquera, gestora cultural y administradora de tiempo completo; Nolly Durán, quien tiene una formación en artes visuales y actuación obtenida en el Centro Nacional de Artes (CENAR); Abigail Samayoa, mujer transgénero egresada de la carrera de Periodismo de la Universidad de El Salvador; Valeria Juárez, bailarina de danza contemporánea, artista circense; Asuical, actor, bailarín y modelo; Diego Rivas, destacado organista y psicólogo con más de 20 años de experiencia.