Leer para Soñar es un proyecto de empoderamiento y construcción para que las niñas puedan conversar libremente sobre las realidades que les atraviesan, por medio de procesos de formación, lectura, juegos, diálogos y procesos de formación. La iniciativa, que tiene siete años, aborda un enfoque de prevención de la violencia basada en género, acompañados de procesos psicosociales y de sanación.
Por Reiny Ponce
Leer para Soñar es un proyecto de empoderamiento y construcción para que las niñas se expresen, luchen, crean en sí mismas, jueguen y sean libres en un espacio sin violencia.
La iniciativa surge en el 2016 como un emprendimiento que ofrecía procesos de formación desde la lectoescritura, empoderamiento de la niñez, comercialización de cuadernos, libretas y empastados a base de cartón reutilizado con la finalidad de generar un impacto económico para la colectiva y un impacto ambiental, ya que se aportaba a la reducción de desechos generados por el cartón.
Durante la ejecución del proyecto fueron identificando las realidades que atravesaban las niñas, como la violencia y las desigualdades que las colocaban en situaciones de riesgo, por lo que decidieron enfocar el trabajo en procesos específicamente para ellas.
“Leer para Soñar se transformó en una colectividad para hablar de nuestra niña interior, para reconocer la importancia de contar con personas referentes y espacios seguros donde dialogar sobre sus dudas, preocupaciones, emociones e ideas. Crecimos conscientes y comprometidas en formarnos y generar un espacio seguro para aprender, reflexionar, identificar y nombrar las violencia y para empoderar y acompañar las voces de las niñas que muchas veces han sido calladas por exigir sus derechos”, expresa Marilin Cabezas, fundadora de Leer para Soñar.
Marilin Cabezas, fundadora de Leer para Soñar
Marilin Cabezas y Rocío Mendoza son las fundadoras de Leer para Soñar. El proyecto pasó de llamarse Leer para Soñar a ser Asociación Leer para Soñar, Sentir y Transformar, pero mantienen su nombre corto porque es como las reconocen.
Cabezas comenta que la lectura es la herramienta que han usado para trabajar con las niñas.
“Es una herramienta poderosa que aporta conocimiento y saber, que transporta hacia escenarios desconocidos, que hacen que una se de cuenta que el lugar en el que se habita no es lineal, sino puede ser de diversos colores e invita a soñar con otras realidades”.
Leer para Soñar trabaja con un enfoque de prevención de la violencia basada en género, acompañados de procesos psicosociales y de sanación (Focusing). Aborda temas de formación en derechos, historia sobre el surgimiento de los derechos de las mujeres, mujeres referentes, estereotipos de género, tipos de violencia y recientemente han incorporado la educación menstrual, consentimiento, acoso y decidir con autonomía.
“El abordaje surge a partir de escuchar las necesidades y problemáticas de las niñas y adolescentes que participan en nuestros proyectos. En ese ejercicio nos dimos cuenta que necesitaban construir una mejor relación con su menstruación, ya que estaba distorsionada por tabúes menstruales que socialmente se reproducen”, manifiesta Cabezas
Leer para Soñar creó un comité de consulta conformado por niñas con el propósito que las participantes propongan temas que quieren que se implementen en el proyecto. Las temáticas están relacionadas a sus necesidades y problemáticas del ámbito familiar, escolar y comunitario.