Foto/Tomada de internet
Por Krissia Aquino
El 1 de octubre se celebra el día de la niñez en El Salvador. Tuve la oportunidad de trabajar en organizaciones de la sociedad civil que centraban su trabajo en promover los derechos de la niñez y adolescencia, y la protección de la niñez en condiciones de vulnerabilidad. El tema me atrapó.
Puede sonar exagerado que estemos en guerra contra la niñez, pero lastimosamente no lo es. La diversidad de expresiones de violencia contra la niñez son tantas que si queremos celebrar un día de la niñez tenemos que trabajar por erradicar con la misma fuerza con la que luchamos por eliminar las formas de violencia contra la mujer porque están íntimamente relacionadas.
Tengo coincidencias y disidencias con Silvia Federici (feminista y académica). Una de las coincidencias es que ella plantea que la lucha contra la violencia contra la niñez es fundamental y que esta violencia viene de ver a las niñas y niños como seres inferiores e irracionales, tal como el patriarcado ve a las mujeres también, y es que las dos violencias vienen del mismo sistema de opresión androcéntrico y adulto centrista. La lucha feminista también debe de enfocarse en la violencia contra la niñez.
Según datos del Consejo Nacional de la Niñez y de la Adolescencia (CONNA) de enero a junio 2020 el total de presuntas víctimas ascendió a 5,482 personas; el 62.59% fueron niñas y adolescentes mujeres y el 31.52% niños y adolescentes hombres, estos han sido avisos, denuncias y seguimientos de oficios de las juntas de protección de niñez y adolescencia, que son dependencias administrativas del CONNA, se encuentran en todo el país y conocen casos de amenazas o vulneraciones de derechos de la niñez y adolescencia.
Los derechos más vulnerados son: derecho a la integridad personal, derecho a la salud, derecho a la educación y cultura, derecho a un nivel de vida digno y adecuado y la libertad de tránsito. Del derecho a la integridad personal se han recibido 3,644 casos. Cuando hablamos de integridad personal se incluye la física, sexual, emocional, psicológica, moral y cultural. Las vulneraciones a la integridad física y sexual son las más recibidas (74%), siendo las mayores víctimas las niñas (64%).
La protección de la niñez y adolescencia es corresponsabilidad del Estado, de la familia y de la sociedad en general. No podemos seguir normalizando la violencia contra la niñez, manifestada en el castigo físico y trato humillante, abusos sexuales, reclutamiento forzoso, desplazamientos y migración forzada, brecha digital en el acceso a la educación en espacios virtuales, desnutrición, abandonos y negligencia, poco acceso a servicios de salud además de niñas siendo madres etc.
Debemos conocer el funcionamiento del Sistema Integral de Protección, involucrarnos activamente en los Comités Locales de Derecho en nuestros municipios para que verdaderamente funcionen, dar aviso a las juntas de protección de vulneraciones de derechos que suceden en nuestras comunidades, activar las rutas de atención a niñez víctima de violencia basada en género, promover una educación no sexista e inclusiva, lejos de estereotipos de género, abrir espacios de participación a la niñez y adolescencia, apoyar las acciones de incidencia para que en la legislación nacional se prohíba el castigo físico y el trato humillante, y sobre todo cuestionarnos de forma personal la cultura del castigo físico y educarnos para promover y hacer uso de la disciplina positiva, formas no violentas y participativas de crianza.
Tenemos una enorme deuda como país y como sociedad con la niñez, no podemos seguir tratando a la niñez como la estamos tratando. La niñez no es el futuro, es el presente y tienen derechos que debemos garantizar.
Si seguimos enfrentando a la niñez con la violencia generalizada que vivimos y con la cultura adulto céntrica, veremos lejos la esperanza de cambios sustanciales y estructurales en nuestra sociedad y comunidades.
Trabajemos por un ¡Feliz día de la niñez y adolescencia!
Krissia Aquino es feminista, socia de Asociación de Mujeres Ixchel e internacionalista con estudios de género.
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