Católicas por el Derecho a Decidir El Salvador presentó un informe denominado «Estudió de opinión: religión, laicidad y autonomía», con el objetivo de conocer la opinión de mujeres, hombres y población diversa sobre la influencia que tiene la religión y laicidad en los procesos de autonomía de las mujeres.
Texto y fotografías por: Reiny Ponce
En el estudio de Católicas por el Derecho a Decidir (CDD El Salvador), participaron 320 personas, siendo la mayoría mujeres, representadas en un 82 %. La recolección de datos se focalizó en San Salvador y Santa Tecla.
Los resultados del informe revelaron que el 52 % de las personas encuestadas está totalmente de acuerdo que se puede ser buena persona creyente y estar a favor de la interrupción del embarazo. Además, un 71 % está totalmente de acuerdo en que en las escuelas se deberían impartir clases sobre salud sexual y reproductiva.
Para CDD El Salvador, las personas encuestadas, las políticas y programas están fuertemente influenciados por las iglesias y creencias religiosas. “A pesar de estar de acuerdo con incorporar una educación sexual y reproductiva, estos son temas complejos de abordar desde un punto de vista científico dentro de las aulas. Además, se siguen manejando como un tema tabú”.
Carmen Avelar, consultora del estudio de opinión, dice que la sexualidad de las mujeres se cuestiona más, sigue siendo un tema tabú y que muchas veces, es un tema de deshonra para las mujeres.
“Lo que sentimos que estaba a la base, después de escuchar las entrevistas, los grupos focales, es que la religión como tal tiene una visión muy patriarcal. El lugar de la mujer está relegado. Esta religión es la que establece las pautas éticas y morales, que a través de los años han orientado a decir esto está bien, esto está mal. Trasciende la individualidad, ´no solo te juzgás a vos sino a los otros´.
Los hallazgos evidencian que El Salvador es un país altamente creyente. La religión tiene una fuerte influencia en las mujeres sobre cómo vivir su sexualidad y su autonomía. También existe una necesidad de vivir una espiritualidad que les asume, reciba, acompañe, cuide y en el que ellas sean las protagonistas. Pero para generar procesos de autonomía se necesita generar condiciones de tipo político, social y económico que les apoye.
Para Católicas por el Derecho a Decidir, en el movimiento feminista existe el desafío sobre qué hacer y cómo hacer para continuar generando cambios en las percepciones y promoción de la autonomía sexual y reproductiva de las mujeres en un contexto fundamentalista religioso.