Vendedoras: La gentrificación es el desplazamiento de los que menos tienen – Segunda entrega

Se desconoce el número total de personas vendedoras que han sido desalojadas. Al realizar un seguimiento a las fechas encontradas sobre los desalojos en el centro capitalino, a los datos publicados por las páginas oficiales de la municipalidad de San Salvador y a medios de comunicación, son cerca de 10 mil personas que han sido desalojadas en los últimos dos años.

En esta segunda entrega, abordamos cómo la gentrificación en beneficio a unos pocos ha impactado a las grandes mayorías desplazadas. 

Ana Gómez

El desalojo de la clase obrera o popular, como las personas vendedoras que han estado por más de veinte o treinta años en sus puestos de venta, a cambio de la construcción de una imagen “limpia” del centro histórico y beneficiar a clases con más adquisición económica, se conoce como gentrificación explica Sara Escalante, urbanista feminista.

El desplazamiento de las personas del comercio informal en el centro histórico han pasado por varios gobiernos municipales que buscaron la recuperación de las calles para potenciar el comercio, turismo e inversión. Por muchos años, muchas personas comerciantes se opusieron a este tipo de medidas y por las cuáles se dieron graves enfrentamientos entre comerciantes y el Cuerpo de Agentes Metropolitano. 

En el periodo 2006 – 2009 de Violeta Menjívar como alcaldesa de San Salvador por el partido político FMLN, la gestión apostó por proyectos como la construcción del edificio 10 del Mercado Central, construcción de un plaza en la Calle Arce, recuperación habitacional, transformación del microcentro: Plaza Barrios, Plaza Morazán y Parque Libertad, y la aplicación del Plan Ciudad: San Salvador del Futuro 2010 – 2020. 

Luego llegó Norman Quijano por la bandera del partido de derecha Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), fue alcalde de San Salvador en los años 2009 al 2015; continuó el Plan Ciudad: San Salvador del Futuro 2010 – 2020 y lo actualizó con el reordenamiento en Plaza San José, Calle de la Amargura en los Mercados Central y Sagrado Corazón.

De 2015 hasta 2018, Nayib Bukele gobernó como alcalde de San Salvador y dio inicio al Programa Temporal para la Revitalización del Centro Histórico de San Salvador Fase 1, con ello, empezaron los primeros desalojos “voluntarios” en calles cerca de la Plaza Morazán, Catedral, Palacio Nacional y Teatro Nacional. Su reubicación fue en otras calles del centro con la promesa que, en el futuro, podría trasladarse al mercado Hula Hula -que estaba por construirse- y al mercado Cuscatlán. 

Con la entrada de Ernesto Muyshondt, del partido ARENA, a la alcaldía desde 2018 al 2021, dio inicio al proyecto de Corredor Urbano, que pretendía darle continuidad a los planes de Norman Quijano y Nayib Bukele, quien era el recién electo presidente de El Salvador. 

El Programa Temporal para la Revitalización del Centro Histórico de San Salvador Fase 1 fue retomado por Mario Durán de Nuevas Ideas, actual alcalde de San Salvador y quien está corriendo su segundo periodo. El mercado Hula Hula fue inaugurado en su primer periodo, las personas vendedoras quedaron inconformes con el elevado costo de los alquileres de los puestos a $200 y de las pocas ganancias que obtenían porque las personas no llegan a comprar ahí. 

Se desconoce el número total de personas vendedoras que han sido desalojadas. Al realizar un seguimiento a las fechas encontradas sobre los desalojos en el centro capitalino, a los datos publicados por las páginas oficiales de la municipalidad de San Salvador y a medios de comunicación, son cerca de 10 mil personas que han sido desalojadas en los últimos dos años. 

Además, la Asamblea Legislativa aprobó el 30 de marzo de 2023 la Ley de Creación de la Autoridad de Planificación del Centro Histórico (APLAN), con la finalidad de proteger, preservar y regular la área del centro histórico, como zona cultural, turística, de desarrollo de actividades e inversión de capital. Esta entidad quedó bajo la sombrilla presupuestaria del Ministerio de Turismo.

Manuel Rodriguez, director propietario de APLAN afirmó en una entrevista con Radio punto 105 que el plan de revitalización ofrece alternativas a las personas comerciantes informales de reubicarse en los mercados de San Salvador centro. Además, comentó que a finales de este año, los espacios públicos quedarán libres de las ventas en el centro histórico.

El órgano legislativo, la alcaldía municipal y otras instituciones públicas han promovido la inversión económica en el centro histórico, ofreciendo la exoneración de impuestos, destinando $650 mil dólares del presupuesto de la nación para el funcionamiento de APLAN y el acceso a una ventanilla única para realizar todos los procesos de inscripción e instalación de su negocio.

El tipo de inversión que les interesa es la extranjera o la de empresas multinacionales, pero no atienden por completo las necesidades de las personas vendedoras que no pueden acceder a un empleo digno, con prestaciones de ley, ni a adquirir un local con precios accesibles para impulsar sus propios negocios.

Cristina pide al gobierno un mercado sencillo, que pueda ser accesible para las personas pobres que se dedican a la venta. Fotografía:

Cuando apenas salió el mercado Cuscatlán, Martha quiso alquilar un puesto para vender medicina natural, se dio cuenta que priorizaban a comercios con más trayectoria que tenían dinero para invertir.  Después de esto, su esposo, zapatero, le compartió un espacio en su negocio para que vendiera sus cremas y lociones. Después que fue desalojado, esperó a que le dieran un puesto en el mercado para los dos. Hasta el momento, no les han brindado soluciones para tener un espacio digno y accesible.

Sonia Baires, socióloga y urbanista, afirma que el Plan de revitalización carece de la participación ciudadana, de las personas vendedoras y no respeta el patrimonio cultural, pese a que el discurso del gobierno es revitalizar la historia de los espacios públicos.

Esto demuestra la ferocidad del urbanismo capitalista, patriarcal y colonial de despojar a las personas de su fuente de ingreso y sin brindarles mayores alternativas, empobreciendo a las mujeres principalmente que son las que buscan una fuente de ingresos para ellas y su familia.

Cristina pide al gobierno un mercado sencillo, que pueda ser accesible para las personas pobres que se dedican a la venta, “Algo hubieran hecho con nosotras, la gente mayor en la calle, hacer un mercado barato” expresó.

Sara Escalante, del colectivo Punto 6, afirma que desde el enfoque de urbanismo feminista, la implementación de recuperación de centros históricos debe realizarse con base a las expertas que viven día a día en las comunidades, colonias y calles, en este caso las vendedoras.

Sara opina que es necesario pensar en los impactos que las políticas pueden tener para este sector en su economía y su entorno familiar, comunitaria, nacional, cultural y social Asimismo, conocer cuales son las necesidades que tienen, la doble carga del trabajo de cuidado que realizan las mujeres y que influyen en sus actividades diarias en estos lugares públicos. 

Gloria también espera que se implementen medidas para erradicar la pobreza. Demandó más oportunidades de trabajo a madres y padres para que la niñez tenga asegurado su alimento, vivienda y educación.

Sin embargo, el gobierno cada vez más recorta presupuestariamente programas que están destinadas para personas en condiciones de vulnerabilidad y pobreza. 

Gloria, Cristina, Esperanza y Martha son nombres ficticios con la intención de proteger la identidad de las fuentes.