El Área Metropolitana de San Salvador está expuesta constantemente a las inundaciones debido a las lluvias que ponen en peligro la vida de las personas, bienes y el medio ambiente. Enfrentar las inundaciones en San Salvador demanda una respuesta integral.
Por Emma Sandoval
El Salvador posee un clima tropical, con temperaturas moderadas y variaciones mínimas estacionales. Sin embargo, durante el año hay dos estaciones marcadas: seca y lluviosa, ésta última estación se presenta en los meses de mayo a octubre según los monitoreos realizados por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN).
Históricamente, el Área Metropolitana de San Salvador ha estado expuesta a la amenaza por inundaciones debido a las lluvias. Esto es un fenómeno recurrente y que va en aumento como consecuencia del crecimiento urbano en las últimas décadas, asociado a un profundo cambio en el uso del suelo y un aumento de la deforestación.
El resumen climatológico del año 2002 realizado por la Dirección General de Observatorio y Amenazas y Recursos Naturales, explica que actualmente “hay más suelo impermeabilizado y menos áreas de infiltración o retención de agua, por tanto, hay un aumento de la escorrentía y de los caudales punta que llegan a las zonas más densamente pobladas”. Dirección General de Observatorio de Amenazas y Recursos Naturales
En general, las inundaciones ponen en peligro a las personas, atentando contra sus vidas, sus bienes y el medio ambiente. El riesgo de la población que reside en zonas inundables cerca de los cauces de los ríos, aumenta los índices de vulnerabilidad social y económica. Todo ello requiere ayuda técnica y de instituciones gubernamentales en la toma de decisiones, junto a la ciudadanía, con acciones y políticas para mitigar estos riesgos.
Esto lleva a reconocer los principios de la política nacional del medio ambiente en su artículo 2 que indica: “Todos los habitantes tienen derecho a un medio ambiente sano y ecológicamente equilibrado. Es obligación del Estado tutelar, promover y defender este derecho de forma activa y sistemática, como requisito para asegurar la armonía entre los seres humanos, la naturaleza, el desarrollo económico y social debe ser compatible y equilibrado con el medio ambiente”.
No obstante, el crecimiento desordenado ha llevado a la expansión de áreas urbanas sin una planificación adecuada, dejando zonas vulnerables a las inundaciones. La falta de regulación en la construcción y la impermeabilización del suelo origina las inundaciones en la ciudad cada año en temporada lluviosa. Tal es el caso de lo sucedido en el año 2022, en la residencial Brisas de San Francisco que colapsaron cinco tramos de una bóveda y la formación de cárcavas pusieron en riesgo las viviendas y la vida de las personas que habitaban el lugar.
De la misma forma en Lomas de Miramonte, en San Salvador, en los años del 2010 a 2017 hubo formación de cárcavas debido a que las tuberías eran insuficientes para la cantidad de agua que pasa por el sector. Estos son dos casos de muchos que se han presentado en la capital, ya que la Dirección General de Observatorio de Amenazas y Recursos Naturales en su informe “Gestión de riesgos urbanos. Inundaciones urbanas en El Salvador” Hidrológico Nacional señala que durante la temporada de lluvias las zonas urbanas más afectadas son: Calle 29 de agosto, Colonia Nicaragua, Comunidad Francisco Menéndez, Barrio La Vega, Colonia San Judas y Comunidad Las Palmeras, Bulevar Venezuela.
Estas zonas poseen una red de drenaje insuficiente, debido a que los desagües pluviales y canales de la ciudad diseñados en otras épocas necesitan un mantenimiento y una nueva infraestructura para hacer frente a las demandas actuales. Sumándose a que la contaminación y el mal manejo de la basura que termina en ríos y en tragantes, origina una acumulación de agua y aumentan el riesgo de inundaciones por la falta de conciencia ambiental y prácticas inadecuadas de gestión de residuos.
Actualmente, el gobierno junto a otras instituciones como las Alcaldías, Dirección de Protección Civil y Ministerio de Obras Públicas gestionan y supervisan trabajos de mitigación en cárcavas en zonas vulnerables de San Salvador, se han construido sistemas de drenaje de aguas lluvias en 49 Av. Sur y Alameda Roosevelt y se realizan trabajos de limpieza de tragantes. Sin embargo, esto no fue suficiente para observar los impactos de las inundaciones en la ciudad, con las recientes lluvias.
Enfrentar las inundaciones en San Salvador demanda una respuesta integral. La planificación urbana sostenible, la inversión en infraestructura de drenaje actualizada, la gestión adecuada de residuos, y una mayor conciencia ciudadana son esenciales. La lucha contra este fenómeno no solo depende de medidas gubernamentales, sino también de la participación activa de la comunidad en la construcción de un entorno más resistente y sostenible.
La situación en San Salvador no solo es un desafío para la ciudad, sino un llamado de atención para crear y adoptar prácticas más responsables y sostenibles, asegurando un futuro más seguro para todo el país.