Por S
Estaba pensando que el perdón sobra cuando una situación es simplemente imperdonable o abandona cualquier razón para reencontrarse y contentarse de nuevo.
Por mucho tiempo creí que perdonar era necesario para sanar y seguir adelante; sanar el mal que me ocasionó una persona… aunque a veces no se disculpara. Pero, ¿duele perdonar, no? o eso pienso, ¿estoy perdonando para quién exactamente? para el bien de mi agresor, para el bien de mi alma, ¿de mi salud?, y entonces, ¿por qué no se siente bien hacerlo?
Escuché o leí por ahí que perdonar no era necesario y dije GUAU, ¡qué increíble y cuánta razón! realmente no soy la única que se siente así, que bonito NO perdonar, NO olvidar y aun así seguir con la vida, sanando de la forma en la que puedo hacerlo, en la forma en la que este día me lo he permitido, desde los medios que tengo disponibles para mi para hacerlo.
Las heridas, los traumas y el sufrimiento que alguna vez alguien nos provocó no se van fácilmente y eso lo sabemos bien, lo sentimos en nuestra piel aunque no sea nuestra culpa (y nunca lo será), deben tratarse con cariño, despacio y con paciencia. Pienso que es como tratar la herida de un animalito, sabés que está asustado y lo que más quiere es huir de la situación. Sin embargo, si tratamos al animalito con compasión, podría ser que tengamos un buen resultado.
Puede ser que aquello de lo que no hablamos nunca esté muy presente en nuestra alma y en nuestros sentires, por eso mismo la autocompasión es nuestro escudo y el amor nuestra espada. Cuando hablo de amor realmente no me refiero al amor propio, pues porque es algo que cuesta construir si se está sole. En la interdependencia es donde sanamos, donde construimos vínculos de amor muy profundos y donde aprendemos que no somos nuestras heridas. Nos permitimos amar y recibir el amor en abundancia. No tenemos que aprender a amarnos a nosotres mismes en soledad.
Nada podría hacerme perdonar a quien alguna vez me hizo mucho daño y eso me trae mucha calma. No estás obligada a perdonar a quien te hizo daño y espero que eso te traiga un poco de calma también. Y si alguna vez te ayuda escribirlo, te voy a leer y muchos seres que te amamos y sabemos lo que has vivido, aunque no lo digás, vamos a estar aquí, porque es lo que siempre he querido para mí.