Revista La Brújula publicó el 29 de julio la investigación titulada “Denuncian a director de Tiempos Nuevos Teatro por agresiones sexuales contra beneficiarias de proyectos y exempleadas”. En dicha publicación se retoma una denuncia interna donde se señala al señor Julio Monge y Teodora Vásquez. Ante dicha publicación el señor Monge y Vásquez han pedido derecho de respuesta. Atendiendo la Ley de Rectificación y respuesta se concede dicho derecho. El texto enviado reza así:
Por este medio queremos ejercer nuestro Derecho Constitucional de RESPUESTA a la publicación con fecha 29 de julio del 2021, en la sección Investigaciones: “Denuncian a Director de Tiempos Nuevos Teatro por agresiones sexuales contra beneficiarias de proyectos y exempleadas” firmado por Equipo La Brújula, en virtud de ser perjudicados por la referida publicación, de conformidad al Art. 9 de la LEY ESPECIAL PARA EL EJERCICIO DEL DERECHO DE RECTIFICACION O RESPUESTA.
QUIZÁS EL NORTE SEA EL SUR EL TURNO DEL OFENDIDO
Mostrar un acta de audiencia, si bien no siempre es asunto reservado, sí debiera ser un conflicto ético para cualquiera.
El artículo en mención dice: “el 02 de julio último, el Juzgado de Ejecución de Medidas de Santa Ana encontró culpable al director de TNT por Expresiones de Violencia contra la Mujer”, lo cual no es cierto por dos razones al menos:
- Ejecución de Menores no conoce de casos de Expresiones de Violencia, sino Juzgados LEIV.
- Nunca el señor mencionado, a la fecha, fue acusado en sede judicial por Expresiones de Violencia.
El documento notariado que se hace alusión, de fecha 14 de junio último, está firmado por tres jóvenes beneficiarias del Programa de Inserción Social. Se debe aclarar que en dicho proceso participan 20 personas este año. Es decir, el 85% de las usuarias, no firman dicho escrito, incluso la mayoría ya se ha manifestado y estampado su firma en una muestra de repudio a esta campaña de desprestigio:
De igual manera, la planilla de empleados y empleadas de la Asociación TNT, sumando las personas ex empleadas que han pasado por sus Programas, ronda las 60 personas. De estas, seis personas son las que respaldan el documento notarial. Es decir, el 90 % del personal cuestiona y apela a la presunción de inocencia de los ofendidos Julio César Monge, David Ernesto Ortega y Teodora del Carme Vásquez, siendo la mayoría incluso que a su vez rechaza y repudia lo vertido en ese documento:
La Casa de Encuentro, a partir de ahora CDE, dispone de 8 camas de uso exclusivo para las usuarias del Programa, y nunca se ha tenido esa cantidad de personas alojadas en una misma noche, ya que la mayoría de las participantes no se quedan a dormir. Si alguien durmió en el suelo, posiblemente con colchoneta, fue por gusto, a veces por el calor, la costumbre, nunca por falta de cama.
En la CDE la puerta de la calle nunca está con candado, siempre está la llave con acceso a todas las usuarias, incluso colocada en un lugar que todas conocen y usan siempre que salen, con total libertad y a cualquier hora.
Un Acuerdo de Convivencia, en un espacio compartido de estas características, no debiera generar mayor confusión ni formar opinión maliciosa al respecto. Las fundadoras del espacio conocen que dicho documento fue producto de un Protocolo que se estableció, de consenso con las jóvenes que comenzaron a ocupar la CDE
en el año 2019, las pioneras del Programa.
Se atribuye a todas las usuarias el haber firmado obligatoriamente, lo cual es redundante intentar hacer ver que la totalidad las mujeres son de esa opinión, cuando ya se ha explicado la cantidad de personas que lo manifiestan, recordando, tres de veinte.
Además, todas las usuarias, como requisito antes de firmar los Acuerdos de Convivencia, firman una Carta de Compromiso de ingreso a la CDE, donde cada quién, como dice el texto: libre y voluntariamente, firman dicho documento, donde su primera clausula dice literalmente: Respetar las Normas de Convivencia de la Casa:
Cuando las jóvenes salen del Centro de Inserción llegan con la costumbre que la cama es el comedor y el escritorio. Esto no es algo culposo, es lo que ellas han conocido, por eso es necesario que como personas a cargo se les indique que hay otros espacios específicos para cada tarea, con mobiliario y condiciones dignas, de higiene, para que puedan estar.
Con respecto a las prendas de vestir. Siempre se indica que mantengan en la CDE una cantidad proporcional al tiempo que pasan en el lugar. El dormitorio es compartido con otras usuarias y dispone de un solo armario ropero. La mayoría de las jóvenes casi nunca se quedan, algunas un par de días a la semana, con una cantidad de ropa desproporcionada. A las únicas personas que se le indica tener más ropa, por razones de sentido común, es a las que están a tiempo completo.
Con respecto a la caja que se puso en muy contada ocasión en la entrada de la casa, para dejar los teléfonos, se instaló por quejas de facilitadoras de talleres de formación, porque las jóvenes por estar con el teléfono no prestaban atención. También, dentro de las medidas de bioseguridad se consideró esta medida por precaución, por llegar todas las usuarias en transporte colectivo. Por eso se tomó la iniciativa que dejaran los teléfonos en ese espacio reglamentado, puntualmente en algunos talleres, y que no fue respetado por una de las jóvenes, porque en un descuido sacaba los teléfonos de la caja y se los entregaba a sus dueñas, trasgrediendo la normativa básica de bioseguridad, poniendo en riesgo a todas.
Con respecto al consumo inadecuado de agua y luz. A las jóvenes se les solicita que si dejan de usar una luz, un ventilador, lo apaguen. Si abren un chorro de agua que procuren cerrarlo, y de esa manera contribuir al medio ambiente, también para evitar el incremento en los pagos del recibo mensual de cada servicio, por el cual el proyecto asume todo.
En la CDE, ni en los espacios de dormitorio, ni en otros lugares, existen cámaras para poder grabar lo que ahí acontece. Todavía no está contemplado en su Protocolo de Funcionamiento. Asegurar que una persona, con nombre y apellido, ingresa a un espacio cuando se menciona que no hay nadie presente, resulta una gran contradicción. Si le ponemos el aderezo de revisión de ropa interior, ya la película tiene más morbo, con una intención que desconocemos.
En la CDE siempre hemos defendido y respetado la opción sexual libre de todas las personas, tanto empleadas como usuarias. Nunca ha sido requisito de ingreso, como tampoco la opción espiritual, política partidaria, etc. Todas las Trabajadoras Sociales del Programa han incluido asesorías, formación, en asuntos como planificación, relaciones de pareja, recomendaciones sobre embarazos, controles ginecológicos, menstruación y uso de copas, etc. En ningún momento este componente fue dirigido por hombre alguno en la CDE, por razones obvias. En ninguna ocasión, el interés de saber sobre asuntos personales ha sido abordado, mucho menos dirigido. Sobre relaciones de pareja dañinas, solamente en una
ocasión una Trabajadora Social señaló con mucha preocupación un posible caso donde había involucramiento de un profesor y una alumna del Programa.
Los responsables del Programa suficiente trabajo tienen como para dedicarse a otras tareas como la señalada y afirmada en el documento denuncia, como el oficio de observar jóvenes mientras se duchan, supuestamente en ropa interior, a través de ventanas. Un intento más de regresar al escenario de la morbosidad, con intenciones desconocidas.
Para que las personas lectoras de este artículo puedan generar su propia opinión, indicamos que la distancia entre una ventana y la otra, en línea recta, es de tres metros con cuarenta centímetros, con un árbol entre un lugar y otro, como podrán comprobar en fotografía que ubica ambos puntos. El ángulo de visión no alcanza los 30° La ventana solaire del baño, donde se encuentra la ducha, comienza a una
altura del suelo de un metro con veintisiete centímetros, como se observa en la misma fotografía. A su vez, como ser verá en la segunda fotografía, el chorro de la ducha está en el lado opuesto a la ventana, a un metro y cincuenta y seis centímetros de distancia.
Como se puede comprobar fácilmente en las fotografías, es imposible ver nada de lo señalado:
Dentro de los temas que aborda el artículo denuncia, resulta que el director del Programa obligaba a las jóvenes a lavar su ropa, a cocinarle, cuando todas las personas del Programa, incluidas las jóvenes usuarias, saben bien que solamente hace estadías cortas en la CDE, y toda su ropa usada la regresa a su casa particular, sin dejar rastro de la misma. De igual manera todo el personal y usuarias que amanecen en la Casa saben que cuando se levantan, en muchas ocasiones ya se ha preparado su desayuno y está ya trabajando. Para la elaboración de alimentos se tiene un cuadro donde cada quién sabe su turno:
Como se menciona en artículo del 29 de julio, “la mala calidad de la propuesta de alimentación, un menú que no tomaba en cuenta las necesidades nutricionales”, dejamos al razonamiento de cada quién, también de expertos y expertas nutricionistas, para que puedan dar opinión sobre la calidad de la alimentación que todas las jóvenes usuarias del Programa reciben. Curiosamente, la cena de los días viernes fue siempre rechazada rotundamente por las jóvenes denunciantes, llegando a hacer una huelga de no ingerirla nunca, supliendo dicha propuesta de fruta como papaya, guineo, por bolsas de churros y gaseosas que salían a comprar. También cabe mencionar que no consumían leche porque decían que les hacía mala digestión. El día que tocaba sopa con verduras o fruta, las jóvenes que señalan mala alimentación, no comían porque decían que no les gustaba. Para suplirlo, siempre consumían algo que ellas preferían y que estuviera en la refrigeradora, lugar con acceso permanente e ilimitado.
En la misma CDE hay un rol de limpieza, donde todas las participantes lo hacen, no en los mismos horarios porque unas trabajan, otras estudian, así que cada quién busca el momento para hacerlo. La limpieza no está a cargo de una sola persona y si alguna vez lo hizo solo una, sería por querer hacerle la tarea a otra, pero nunca por obligación. De la misma manera, si en alguna semana o en vacación se quedaban menos personas, incluso una sola, debían asumir la tarea completa, por razones de sentido común que ahora se está queriendo mal interpretar como explotación.
Cuando una usuaria del Programa llega por primera vez a la CDE, se le hace saber que no se cuenta con el servicio de limpieza, tampoco de cocinera, por lo que entre todas las que viven ahí deben asumirlo. Ante esa realidad tan elemental, al no tratarse de un hotel, absolutamente todas las usuarias han manifestado siempre entenderlo perfectamente, sin ningún problema. Las tareas:
Asuntos de Becas y cooperantes, lo maneja exclusivamente Administración de la Asociación TNT. Podemos asegurar que todos los fondos recibidos y entregados de manera íntegra a las jóvenes tienen su documentación contable correspondiente, con la firma de todas las jóvenes beneficiarias, y con la misma información entregada responsablemente al cooperante en los tiempos acordados. A la fecha, dicho cooperante no ha manifestado faltante alguno de dinero ni desvíos del mismo, porque nunca ha existido tal situación.
A ninguna joven se le ha suspendido nunca la beca por maternidad. Una de las usuarias, a finales del año 2020 manifestó libremente, que por su estado de espera de un bebé a principios de año 2021, primero ante el coordinador musical y después ante el director ejecutivo, tomaría una pausa en el Programa. Incluso que tampoco continuaría estudiando en la universidad, por lo menos ese primer ciclo. Casualmente, a principios de este año, un cooperante aprobó un proyecto de tres meses, de enero a marzo, y la persona que se nombró al frente de su ejecución, consultó si se podía vincular a la joven en mención, a lo cual se vio de manera positiva, ya que se podía desarrollar de manera telemática. Eso se aprobó desde la dirección ejecutiva de la Asociación, pasando la joven a recibir unos honorarios durante esos tres meses, por cierto, multiplicando considerablemente la beca de las estudiantes. Curiosamente, esta misma joven fue maltratada unos meses atrás, precisamente por otras becadas, cuando supieron que el aporte que recibía era superior al que ellas recibían, asunto que hubo que explicar al ser fondos procedentes de apoyo personal de otros donantes particulares.
Con respecto al mismo señalamiento, en reunión con la parte cooperante celebrada el 23 de marzo, con un acta aprobada, con la presencia de la responsable del proyecto por parte del Programa, también la psicóloga, dice de la manera: “los subsidios, si tienen una chica que está embarazada o dio a luz, el subsidio no se quita, se traslada a los gastos necesarios para la maternidad, gastos clínicos, gastos de manutención de ella y el bebé, el subsidio tiene la finalidad de que se reinserten, este subsidio de manutención dura 2 meses. Se debe tratar de mantener el subsidio, aunque estén de maternidad, y que después puedan continuar estudiando”. En ninguna circunstancia se ha castigado a nadie por esa razón, tal y como se quiere construir relato.
Reducción de beca. Apelando a los registros administrativos contables en poder de la Asociación TNT es sencillo demostrar la verdad. Se cuenta con firmas de entrega mensual a cada joven y con cuadros de ejecución firmados por el señor administrador, donde se demuestra que todas las jóvenes recibieron aumentos de monto mensual, en algunos casos casi duplicándolo, en momentos donde siempre se explicaron las razones, tanto a las jóvenes como al cooperante, en todos los encuentros de monitoreo del proyecto, y según consta en actas.
El Ensamble de Cuerdas LiberArte realizó durante el mes de mayo último, una gira por Catalunya. Tanto la producción como su presupuesto se manejó entre la Asociación TNT y la ong local anfitriona. Durante todo el mes de estadía fuera del país se garantizaron todas las necesidades y requerimientos, según constan en los comprobantes en posesión de ambas organizaciones, donde se asumió todo lo referente a alimentación, alojamiento, traslados locales, nacionales e internacionales, pruebas PCR de ida y regreso, alquiler de instrumentos, entre otros.
Durante la gira, en muchos momentos e incluso días completos libres, todas las personas que formaron la delegación del Ensamble tuvieron la oportunidad de disfrutar de planes personales. De ello pueden dar fe las personas que acompañaron en Barcelona. En dichos tiempos, fuera de compromisos de gira, cada persona invirtió presupuesto personal en lo que consideró más placentero hacer, sin ningún sentido para reportarlo como requerimiento colectivo al no estar amarrado a compromiso alguno, y realizarse de manera personal y voluntaria. Algunas personas se fueron a conocer lugares, otras a visitar amistades, otras a degustar comida típica, otras de compras de ropa, cortes y tintes de cabello, etc.
Ningún maestro de violín vinculado a TNT se ganó durante la gira ningún financiamiento del Ministerio de Cultura. La realidad del caso tiene que ver con un fondo concursable que el Ensamble aplicó y ganó a principios de año. Todo ese dinero, y mucho más conseguido por la ong en Catalunya, fue lo que se invirtió para la producción de la Gira y para estímulos económicos de las jóvenes beneficiarias, para que pudieran llevar como dinero propio, según registros contables que constan, con firmas de recibido de las jóvenes. Además, el mencionado maestro de violín, que también recibió su pago adelantado por si deseaba ocuparlo en la salida internacional, durante toda la gira tuvo conocimiento detallado del programa y de la ejecución financiera, desconociendo si eso mismo lo trasladó a las integrantes del Ensamble, para la total transparencia de los fondos. Incluso fue debidamente informado ante una situación compleja en términos económicos, la atención hospitalaria de una joven del Ensamble, que se encaró de la manera más responsable.
Durante la gira, y a recomendación de la ong anfitriona en Barcelona, se decidió colocar el libro Las Guapas, que efectivamente no es artículo en venta, en tres ocasiones, en lugares de conciertos, con un cartel donde se solicitaba una colaboración voluntaria para contribuir a sufragar ciertos gastos de la gira, ya que según la organización en Barcelona, no se alcanzaría a cubrir todo lo presupuestado porque debido a la realidad covid, algunos compromisos donde se iban a generar ingresos, fueron suspendidos. Se tienen registros de todas esas conversaciones.
Fotografía de una de las tres ocasiones donde se colocó una mesa de apoyo solidario:
En total se llevaron para la Gira 120 ejemplares del libro, conocido por toda la delegación. Se donaron, según consta en registros, 78 libros, entre compromisos institucionales de todo tipo. Por tanto, 42 libros terminaron en casas de personas que solidariamente apoyaron para la causa mencionada. El total de lo recaudado, a duras penas alcanzó para poder alquilar durante todo el mes los instrumentos de cuerda que se ocuparon, detalle que siempre todo el Ensamble lo supo.
Se menciona de nuevo el asunto de los roles en cocina y lavado de ropa. Con esto último, por suerte, en cada apartamento que se ocupó, siempre se tuvo lavadora a disposición de todas las personas que participaron en la gira, e indistintamente, sin mayor contrariedad, se ponían lavadas, para que de igual manera se tendiera la ropa y se recogiera, quién se ofreciera voluntariamente para ello. Para la comida, ocurrió similar situación, no se establecieron turnos, entre otras cosas porque algunas jóvenes manifestaron que nunca habían cocinado nada, y terminó cocinando uno de los músicos invitados, el hombre que más experticia demostró con los fogones, el mismo que se encargó de las compras por conocer más los insumos en los supermercados de ese país.
Con respecto a las compras de alimentos, siempre se mantuvo la refrigeradora llena, al igual que la parte del congelador, procedente de la compra con fondos de la Gira, más ciertos regalos alimenticios que algunas personas invitaban o llevaban durante la misma. Eso lo pueden atestiguar todas las personas que visitaron el apartamento, cuando no se podía meter más comida. También toda la gente que
compartió con la delegación sabe que se cargaron unas grandes bolsas con comida, en traslado a otra estadía de una semana, y que todavía se mantenía llena de comida al retorno a Barcelona, asunto que terminó donándose en una casa de amistades que gentilmente nos hospedaron para los dos últimos días antes del regreso a El Salvador. Mentiría quién diga que no se tiró comida a la basura, porque ya nadie quería comerlo y querían renovar la refrigeradora con otros productos.
Al igual que con los paseos o con otras compras, cada quién fue libre de comprar con su dinero personal, lo que quisiera o se le antojara, también de comida. Esa fue una realidad totalmente normalizada, no podía ser de otra manera, en un apartamento compartido. Eso no debe confundirse con asegurar la alimentación del grupo, con fondos de la Gira y durante todo el mes de estadía.
Para concluir con asuntos relacionados a la Gira del Ensamble, se pueden mostrar documentos que acrediten la profesión de todas las personas que conformaron la delegación, asegurando que nunca participó una psicóloga, quién aparece de nombre Mariela, y relata, señala, comenta, asegura muchas cosas de situaciones ocurridas a 10 mil kilómetros de distancia.
De igual manera, la misma persona, sin ser testigo de casi nada de lo señalado, asegura demasiadas cosas. Hace toda una disertación sobre el director del Programa, cuando apenas ha laborado en la institución menos de cuatro meses, tiempo limitado para conocer a profundidad a nadie, tampoco a las usuarias.
Las visitas de familiares de usuarias en resguardo, siempre han estado normadas, por razones obvias de protocolos de seguridad. Para esto siempre se ha solicitado a cada joven que ha tenido que permanecer en la CDE, que si sus familiares querían llegar podían avisar con días de antelación para organizarlo y que las visitas no chocaran con otras actividades ni otras visitas que pudieran ocasionar
inconvenientes, siempre con el principio de salvaguardar la integridad de las jóvenes del Programa.
La joven mencionada como Karla, en los seis meses que permaneció en la CDE, nunca solicitó visita familiar al lugar. Unas cuantas veces se le preguntó por qué no la pedía, ella siempre dijo que no, que prefería recibir en otro lugar a sus familiares. Jamás se le negó que ella saliera a encontrarse con su familia, de hecho, se tienen registros de varias salidas de esa naturaleza, donde incluso en una de ellas se tuvo unas horas de incertidumbre, hasta que nos pudimos comunicar con el papá, señalando que se encontraban juntos, al perder la comunicación por muchas horas.
En resumen, lo aparecido en artículo del 29 de julio último, ante la ausencia de corroboración de otras fuentes de información directas o colaterales, no dan la credibilidad en la que se pueda sustentar un reportaje de investigación serio y apegado a realidad. Por ello, todas las personas aludidas nos declaramos ofendidas y apelamos a este derecho de respuesta.
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