Foto/Paula Rivera
Por Keyla Cáceres
Como Colectiva Amorales empezamos un festival en conmemoración y reivindicación de las brujas que fueron quemadas y perseguidas por ser mujeres con conocimientos ancestrales. Hoy nosotras lo colocamos como el akelarre de la resistencia porque debido al contexto político que estamos viviendo consideramos que estamos a las puertas de un gobierno dictador.
Además, este año nos enfrentamos a una pandemia para la que no estamos preparadas y que ha sido la oportunidad para conocer cómo serán los próximos años a manos de este gobierno, donde las mujeres y niñas nos vemos una vez más relegadas a ciudadanas de segunda categoría, pero que estamos dispuestas a resistir desde el arte político y la alegría.
El Salvador es un país donde nos dicen que estamos más seguras, pero con cifras alarmantes de embarazos en niñas de 10 a 14 años, donde no hay otra opción para ellas más que la maternidades forzadas a raíz de una violencia sexual. Es un país donde la violencia sexual y el acoso sexual es parte de la normalidad con la que tenemos que vivir hasta final de nuestras vidas.
Ante esto, nosotras resistimos a las desapariciones de niñas y mujeres, a los más de 70 feminicidios que se reportan hasta la fecha. No estamos dispuestas a que nuestros cuerpos sigan siendo carne que se puede matar, desaparecer, golpear o vender como si no valieramos nada. Estamos dispuestas a pelear desde nuestras diferentes trincheras para que nuestro legado sea una vida libre de violencia para todas las niñas y mujeres.
Vamos a resistir a las injusticias del sistema judicial recordando un año más a Katya Miranda, Carla Ayala, Beatriz, Manuela, Fernanda, Priscila, Jocelyn Abarca, Zulma, Karla Turcios, Rosa Bonilla, María Santamaría, Graciela Ramírez, Vilma Pérez, Lucía Cume, Katherine Cárcamo, Blanca Rivera, Ana Miriam González, Yamileth Landaverde, Beatriz Méndez, Ester Rivas, Carmen Ayala, Carmen Cruz, Yoly, Yaneth Rivera y a las miles que el patriarcado nos arrebató. Las tendremos presentes y gritaremos ¡justicia! desde nuestro arte para que nunca pasen desapercibidas en la historia de este país.
Nosotras, las eternas enemigas del enemigo, las incómodas, las tóxicas, las negativas y violentas por dañar paredes y estatuas, ponemos este akelarre a disposición para todas las que quieran cantar, gritar, bailar y a acogernos en un espacio seguro del machismo, que nos mata a diario, y devolvernos un espacio común que el virus dio paso a aislarnos socialmente.
Hoy también celebramos 10 años de activismos con muchos caminos recorridos y con muchos por descubrir, con la claridad que lo que hacemos solo es una gotita en un mar de injusticias y de dolor para las mujeres y niñas. Las Amorales las convocamos a construir 10 años más de lucha, rebeldías, disidencia y fuerza. Nosotras las que siempre estamos dispuestas a poner el cuerpo, la voz y las energías por un país donde ser mujer no sea sinónimo de inseguridad, una tierra en la que todas seamos iguales y libres.
Nosotras con nuestra eterna libertad sexual, empacando los prejuicios,
Amando a quien queremos, tocando a quien queremos,
Nosotras la bomba molotov dispuesta a lanzarse,
nosotras la ternura dispuesta a tocarte.
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