“Los elotes son ricos y también los frijoles nuevos. ¡Por supuesto!” Así se refiere Alicia Rodríguez de sus cultivos. Entre sendas camina desde las 6:00 a.m. para llegar al terreno donde siembra y ve crecer maíz y frijoles, el recorrido toma aproximadamente una hora. Alicia se dedicó a la agricultura desde niña junto a su madre. No poseían experiencia ni conocimientos previos. Sin embargo, trabajando la tierra aprendieron cada vez más todo lo necesario para generar cosechas que les permitieran tener algunos ingresos. Comenta que a veces les va mal con la producción ya que no obtienen lo que se esperaba. Pero, afirma que existen cosechas en las que se alegran mucho porque ven grandes resultados.

Alicia no solo se ha dedicado al trabajo en el campo. Emigró a Estados Unidos en la adolescencia para laborar en el rubro de comida y por siete años se dedicó a cocinar en diferentes restaurantes, alcanzó el grado de cocinera profesional. Debido a que siempre ha tenido muy presente las enseñanzas de su familia sobre trabajar y superarse le pidió a su papá que ya se encontraba en San Francisco que la llevara con él. Alicia explica que la vida es muy buena porque se gana dinero conforme se trabaja. Pero decidió regresar porque extrañaba El Salvador. “Volví porque una nunca olvida sus raíces”, dice entre risas. 

Las mujeres trans en el área rural se desenvuelven entre trabajos de casa y labores en el campo, explica Alicia. Además, añade que existen obstáculos para ellas también día a día ya que tienen que lidiar con la discriminación de las personas. Sin duda, comenta que para sobrellevar lo mencionado es importante mantener una buena autoestima. “Hay que vivir nuestra propia vida. Debemos disfrutar los días a pesar de los problemas que puedan existir”, aclara Alicia. Para ella ser mujer trans significa ser decidida y enfrentar la situación que la población LGBTI vive en el país, en la se deben proteger entre ellas mismas, finaliza. 

Happy es como también llaman a Alicia. Es imposible que no se le escape una sonrisa o alguna expresión de alegría al hablar, por eso le va muy bien el sobrenombre. Ella se describe como una persona amistosa y conversadora. Su carácter se basa en ser ella misma: “hay que aceptarnos a nosotras mismas. Si nosotras no nos queremos nadie nos va a querer. Aceptarse y amarse es lo principal para las mujeres trans,” aclara. 

 

Alicia anima a las mujeres a luchar por la vida que desean:

 

 

El apoyo de su familia es esencial para Alicia. “Yo a los 16 años le comenté a mis padres quien soy yo. Mi papá no entendía porqué pero dijo que iba a tratar de entenderme. Por parte de mi madre siempre he recibido apoyo”, recuerda. Sin duda, el apoyo de toda su familia ha sido indispensable para que Alicia pueda continuar realizando sus sueños así como la voluntad y determinación que es parte de ella.